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Un viaje por la Amazonía peruana entre amigas.
Karin Muller junto a su amiga Viviana, decidieron realizar una aventura poco común: Recorrer la Amazonía peruana en un crucero.
“Trabajamos juntas hace 8 años, se dio la oportunidad de hacer este viaje y las dos estuvimos muy contentas”, comentó Karin.“Un viaje es una excelente oportunidad para crear complicidad y buenos recuerdos, sobre todo cuando el destino es poco convencional”.
Su travesía comenzó alojando por 2 noches en el Hotel Hilton, ubicado en Iquitos, ciudad conocida como la metrópolis y principal vía de acceso de la selva peruana. El calor y la humedad, no dejó duda de que se trataba de un entorno tropical.
Karin explica que desde un comienzo fue importante la asesoría de la agencia de viajes: “La ejecutiva me recomendó específicamente ese hotel porque era cómodo, seguro y estaba bien ubicado. Al llegar, me di cuenta de lo importante que fue aquel consejo; un error en la elección hubiese complicado mucho las cosas”. En el hotel, recolectaron su PCR al día y les realizaron un test express de antígenos.
Las amigas continuaron su viaje hacia Nautas, un pequeño pueblo habitado principalmente por una comunidad de nativos indígenas llamada “Castilla”, que prevalece gracias al turismo y la venta de artesanías, una práctica heredada por generaciones. Karin los describe como“tímidos, pero amorosos”.
De a poco comenzó a hacerse la idea de que estaba en la amazonia. Los frondosos árboles se alzaban imponentes a los lados de la carretera como una fortaleza impenetrable.
Incluso al otro lado del ancho río, donde la estaba esperando su buque fluvial, se distinguía sin problema un paisaje de un verde tan intenso, que la hizo pensar en la gran cantidad de misterios que ahí se escondían. ¿Sintió miedo? Claro que sí. Pero, su curiosidad la impulsó a seguir adelante.
Jungle Experience
Es al momento de abordar el crucero “Jungle Experience”, cuando la verdadera aventura comenzó. Fueron recibidas por el amable personal del barco, quienes las ayudaron a encontrar lo que serían sus habitaciones, por 4 días y 3 noches.
El crucero tenía todas las comodidades esperadas: Habitaciones amplias y acogedoras, un balcón en cada pieza con vista al rio, baño privado, sala de juegos, un jacuzzi al aire libre, buffet, y el servicio de 30 trabajadores que ayudaban con la organización de la embarcación.
“Como éramos solo 40 pasajeros, el servicio era muy personalizado; sabían desde mi nombre, hasta como me gustaba el omelette para el desayuno”, explicó Karin.
La embarcación peruana, tiene una capacidad de personas reducida en comparación a la de un crucero Inter atlántico, su estructura le permite navegar por los ríos y manglares de la selva sin problemas, y acceder a los estrechos lugares de interés, para ver la fauna que ahí habita. Mientras avanzaban a lo largo del río, Karin comenzó a sentir que estaba en un documental, de esos narrados por famosos naturalistas.
El río era turbio y también verdoso por el reflejo de los árboles, no era posible ver el fondo, pero varias veces, Karin pudo ver dos ojitos separados, el uno del otro, que se movían dejando una pequeña y suave estela agua.
“Los animales rehúyen de los humanos, por eso los guías hacían silbidos especiales para llamarlos a salir de sus escondites”, comenta la viajera.
Lentos perezosos, intrépidos monos, arañas de patas largas, voraces caimanes, aves de hermosos coloridos y una variedad de otros animales fueron captados por los lentes de los turistas que llevaban binoculares y cámaras fotográficas profesionales.
Lamentablemente, Karin no llevaba ninguno de aquellos instrumentos y por eso no pudo verlos a todos.“Creo que las personas que fueron preparadas, disfrutaron más de los que ofrecía viaje que yo”, reconoció.
Lentos perezosos, intrépidos monos, arañas de patas largas, voraces caimanes, aves de hermosos coloridos y una variedad de otros animales fueron captados por los lentes de los turistas que llevaban binoculares y cámaras fotográficas profesionales.
También, aprovechó de comentar que es necesario llevar ropa adecuada para este viaje. Poleras de manga larga para protegerse de los mosquitos, ropa outdoors para sortear el calor y botas que permitan caminar en los distintos tipos de terrenos de la tupida jungla:“Porque puede sorprenderte en cualquier minuto”, declaró enérgicamente.
Karin no se arrepiente de haber elegido recorrer la Amazonía peruana en crucero:“La verdad, no me hubiese atrevido de ir de otra manera. Fui precavida porque era la primera vez que iba y me gustó la dualidad que existe entre disfrutar de la naturaleza y luego llegar a las cómodas instalaciones del barco, para dormir una siesta o disfrutar de la asombrosa vista con un cóctel”, aseguró.
Pasaron los 7 días y el viaje llegó a su fin, Karin se despidió de la amable tripulación y de la selva peruana, a la cual prometió volver algún día:“La próxima vez lo haré preparada”.
El sonido del río se fue apagando mientras el bus recorría la carretera de vuelta a Iquitos. De a poco la vegetación fue cambiando, ya no era ni tan frondosa ni tan verde; tampoco volvió a escuchar los gritos de los monos. Una sensación de nostalgia invadió su corazón.
Pasaron los 7 días y el viaje llegó a su fin, Karin se despidió de la amable tripulación y de la selva peruana, a la cual prometió volver algún día:“La próxima vez lo haré preparada”.
Video N°1: ‘‘Teaser oficial crucero Zafiro, para más información sobre este y otros programas al amazonas escribenos a contacto@esquerre.cl’’